Mira lo Que Hay en Esta Isla en el Medio de la Nada. ¿Paraíso o Infierno?

Mira lo Que Hay en Esta Isla en el Medio de la Nada. ¿Paraíso o Infierno?



Poder vivir en una isla tropical sería un sueño hecho realidad para la mayoría de la gente. A pesar de que esta pequeña isla llamada Palmerston está en el medio del Océano Pacífico y llena de belleza natural, vivir allí no es exactamente el paraíso que muchos esperarían.
Esto se debe a que Palmerston está, literalmente, en el medio de la nada. Está aislada, de difícil acceso y hay muy pocas personas que aún viven en la isla. Cuando la veas, pensarás que se trata de una isla paradisíaca… pero la vida allí es difícil.

Palmerston Island es una de las comunidades más aisladas del mundo.
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Sólo 62 personas viven en la isla.
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Y la mayoría de esas 62 personas son descendientes del inglés William Marsters , que se asentó allí hace más de 150 años.
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Palmerston forma parte de una cadena de islas conocidas como las Islas Cook.
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No sólo es pequeña, sino difícil de alcanzar. Palmerston es un puñado de islas conectadas por un arrecife de coral. El arrecife es demasiado alta para los aviones de mar y el océano en el exterior es demasiado peligroso.
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La única manera de acceder a la isla es por barco.
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Una vez allí, la vida es única. La isla, oficialmente un protectorado de Nueva Zelanda, tiene alguna tecnología moderna. Sin embargo Internet y el teléfono móvil están disponibles para unas pocas horas al día.
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Los habitantes del lugar no tienen acceso a las tiendas, sólo hay dos baños y el agua de la lluvia se recoge para el agua potable. El dinero sólo se utiliza para comprar cosas del mundo exterior , no el uno del otro.
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La vida en Palmerston no es como la vida en otra isla.
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Los habitantes de Palmerston viven una vida que sería difícil para la mayoría de las personas. Tienen que anclar sus casas a los árboles de la isla para que no se destrocen durante las tormentas.
Sus vidas giran en torno a la iglesia, la comida y su pequeña comunidad. Es una vida pacífica, sana y sin tantas distracciones a las que la mayoría de las personas están acostumbradas.
“Nos hicieron disfrutar del mundo, disfrutar del aire puro, disfrutar del sol, disfrutar de las cosas que Dios nos puso en la tierra para disfrutar. Él no nos puso en la tierra para matar a otras personas u odiarlas”